1) El ciclo militar en argentina comenzó en 1930 y hasta
1976 se produjeron seis golpes de estado. Las intervenciones de 1930,1945, 1955
y 1962 son consideradas "clásicas" porque interrumpen con un
interinato castrense la vida institucional del país con intención de
"poner orden en la cosa pública", en cambio los golpes de estado de
1966 y 1976 son de "nuevo tipo", puesto que las fuerzas armadas
juegan un rol protagónico en la reestructuración del estado y la sociedad,
buscando configurar un nuevo sistema de dominación autoritaria.
La intervención militar en una sociedad democrática, es
anticonstitucional, ilegal, ya que desde 1912 la democracia se amplió a
sectores medios y obreros que participaran en las elecciones con su voto, en
este período de 1912 a 1916 se pasa de un "estado oligárquico" a un
"estado democrático", y democracia es la soberanía del pueblo y
el derecho del pueblo de elegir y controlar a sus gobernantes; y las
intervenciones militares son por fuerzas armadas del poder en donde el pueblo
pierde derechos como la libertad de expresión, derecho a votar, violencia
generalizada, etc.
2)
Golpe del 16 de septiembre de 1955
Revolución Libertadora en Argentina
La llamada «Revolución Libertadora» fue
una dictadura militar de tipo transitoria, originada en el golpe de Estado que
derrocó al presidente Juan Domingo Perón entre
el 16 y el 23 de septiembre de 1955,
éste último día el jefe de la insurrección juró con el título de «presidente»,
a la vez que disolvió el Congreso. Al día siguiente designó como
«vicepresidente» al almirante Isaac Rojas.
La Revolución Libertadora contó con la Junta Consultiva Nacional integrada
por la mayor parte de los partidos políticos.
El grupo golpista se dividió en dos sectores:
un sector nacionalista-católico liderado por el general Eduardo Lonardi, que tomó el gobierno al comienzo, y un grupo liberal-conservador liderado por el general Pedro Eugenio Aramburu y
el almirante Isaac Rojas. Este último sector terminó
predominando y dando un golpe palaciego, por el cual Lonardi fue reemplazado por
Aramburu como «presidente».
La dictadura impuso la proscripción del Partido Peronista y persecución de sus simpatizantes, que
se mantendría por 18 años, y la intervención de los sindicatos. También, en un caso, fusiló a opositores.
El gobierno militar asignó el Ministerio de Economía sucesivamente
a Eugenio Folcini, Eugenio A. Blanco, Roberto Verrier y Adalberto Krieger Vasena,
que llevaron adelante una política inspirada en los criterios de los sectores
socialmente más acomodados y poderosos económicamente.
Una de las medidas institucionales más
importantes de la dictadura militar fue emitir una proclama derogando
inmediatamente la Constitución Nacional vigente, conocida como Constitución de 1949,
para reemplazarla por el texto de la Constitución de 1853.
Esta medida sería luego avalada por una Convención
Constituyente.
En 1958 la Revolución Libertadora convocó a
elecciones limitadas y controladas por las Fuerzas Armadas, con proscripción
del peronismo que fueron ganadas por la Unión Cívica Radical
Intransigente (UCRI), un sector de la fracturada Unión Cívica Radical,
liderado por Arturo Frondizi, quien
había realizado un pacto electoral y político con Perón con el fin obtener el
apoyo del decisivo voto peronista a su candidatura. El presidente Frondizi
sería a su vez derrocado por los militares cuatro años después.
Golpe del 29 de marzo de 1962
Golpe de Estado de Argentina de 1962
José María Guido, único
presidente civil que tomó posesión de la presidencia tras un golpe de Estado en
Argentina.
El golpe militar del 29 de marzo de 1962 en Argentina fue realizado
por los comandantes en jefe de las tres Armas presionados por algunos sectores
de las Fuerzas Armadas, que destituyeron de hecho al presidente Arturo Frondizi. La acción fue la culminación de un proceso de
deterioro de la relación de Frondizi con las Fuerzas Armadas y fue precipitada
por el triunfo en varias provincias en las elecciones del 18 de marzo de 1962
de partidos que respondían al peronismo. En la mañana del 29 de marzo fuerzas militares
condujeron detenido a Frondizi, con quien habían consensuado el día anterior
las modalidades del procedimiento, pero sin haber definido cuáles serían
los pasos posteriores salvo el acuerdo de que el reemplazante sería un civil.
Esto posibilitó que ese día el presidente provisional del Senado José María Guido asumiera
el cargo vacante invocando una destitución de hecho y obtuviera que la Corte Suprema de Justicia le tomara juramento en una
ceremonia realizada sin intervención ni presencia de militares. Los golpistas
tomados así por sorpresa se reunieron al día siguiente con el flamante
Presidente y le impusieron determinadas medidas que debía adoptar durante su
gobierno.
Ya en el gobierno Frondizi impulsó
rápidamente una amplia amnistía para los delitos políticos y gremiales y una
reforma de la ley de asociaciones sindicales apoyada por los peronistas
restableciendo el sindicato único por rama y actividad como querían los mismos.
Pronto se produjo la ruptura con el gobierno de los peronistas y a partir de
enero de 1959 fueron muchas las bombas que estallaron en Buenos Aires y sus
alrededores.
Durante su presidencia Frondizi afrontó entre
32 y 34 planteos militares a raíz de nombramientos realizados, medidas que le
eran requeridas por los militares o simplemente por rivalidades entre las
fuerzas. Estos planteos estaban acompañados de medidas de presión tales como el
acuartelamiento de unidades militares, ausencia colectiva a actos oficiales,
arrestos o relevos de jefes militares, renuncias a cargos con críticas
públicas, etc.
El triunfo de la Revolución Cubana y
la ruptura posterior con el gobierno de Estados Unidos y el episodio de la instalación de bases
misilísticas soviéticas en la isla incrementó la tensión
internacional e hicieron de la “lucha antisubversiva” un tema fundamental
dentro de las Fuerzas Armadas. También la política internacional como la
posición frente a Cuba en la Conferencia de la OEA reunida en Punta del Este en enero de 1961 o el tratado con Brasil añadió otro tópico de descontento de los militares.
El hecho que precipitó el golpe fue la
victoria del peronismo en las elecciones del 18 de
marzo, en diez de las catorce provincias existentes en aquel momento,
incluyendo la estratégica Provincia de Buenos Aires,
donde triunfó el dirigente sindical textil Andrés Framini. El peronismo había sido proscrito por la dictadura
militar de 1955, pero Frondizi volvió a habilitarlo electoralmente, aunque
manteniendo la prohibición a Juan Perón de presentarse como candidato y volver
al país. Frondizi inmediatamente intervino las provincias en las que había
ganado el peronismo, luego solicitó la mediación del general Pedro Eugenio
Aramburu y finalmente aceptó un plan que incluía un gabinete de coalición pero
no encontró apoyo en los otros partidos políticos, que no le tenían confianza.
Los mandos militares acordaron el 28 de marzo que si Frondizi era reemplazado
su sucesor sería un civil y a continuación, ante la negativa del
Presidente a renunciar, dispusieron su detención y traslado a la isla Martín
García, lugar sugerido por el funcionario.
Los presidentes de los bloques parlamentarios
de la UCRI convencieron entonces a José María Guido,
presidente provisional del Senado que asumiera el poder invocando la Ley de
Acefalía que lo colocaba en primer lugar para suceder al Presidente. Solicitó a
la Corte Suprema de Justicia que le recibiera juramento por haber asumido la
Presidencia “por la vacancia del Poder Ejecutivo producida por la destitución
de hecho del anterior Presidente”, lo que fue aceptado por el Tribunal y se
cumplió esa misma noche.
Al día siguiente, 30 de marzo, el flamante
Presidente se reunió con los comandantes en jefe de las tres armas que le
impusieron condiciones, que Guido aceptó, que incluían la anulación de los
comicios del 18 de marzo, la proscripción del comunismo y del peronismo y el
establecimiento de una ley electoral que estableciera la representación
proporcional. El 30 de marzo Frondizi desde Martín García envió a
sus partidarios una serie de sugestiones en las que aprobaba la decisión de
Guido. En los primeros días de abril le avisaron desde la Corte que se estaban
presentando recursos de habeas corpus a favor de Frondizi que, en caso de
llegar a esa instancia, serían resueltos favorablemente, por lo que la única
solución era que un decreto pusiera a Frondizi a disposición del Poder
Ejecutivo, pero ni Guido ni el ministro Martínez estaban dispuestos a ello.
Guido le pidió a Emilio Donato del Carril,
un radical que acababa de renunciar como embajador en Estados Unidos que había sido autorizado a entrevistar a
Frondizi en el lugar de detención, que le pidiera a éste una nota manifestando
que no había autorizado los habeas corpus en cuestión. La respuesta de Frondizi
a Del Carril fue que debían firmar un decreto poniéndolo a disposición del
Poder Ejecutivo. Fue así que Guido firmó el 3 de abril el decreto n° 2887 en
ese sentido fundándolo en la obligación “de garantizar el orden y la
tranquilidad pública y de preservar la seguridad personal del Dr. Don Arturo
Frondizi”.